Cambiar los neumáticos de los coches eléctricos, el mayor desgaste es la clave
Los neumáticos de los coches eléctricos no son tan especiales como más de uno se piensa. Es cierto que algunos modelos en particular cuentan con neumáticos más altos y más finos. Sin embargo, son los menos, ya que la tendencia apunta a una forma más convencional. Te contamos lo que debes saber sobre los neumáticos en coches eléctricos.
Algunos modelos determinados de coches eléctricos cuentan con neumáticos con unas características muy especiales. Por ejemplo, son más altos y con una banda de rodadura más fina, dos cualidades que cumplen funciones técnicas. Que el neumático sea más alto no solo permite elevar la altura de la carrocería al suelo y así evitar daños en el chasis, sino que soporta con más resistencia el peso de la batería y del conjunto en general.
Por otro lado, el ser más finos también aumenta la eficiencia y el gasto de energía, ya que la gran mayoría de coches eléctricos necesitan menos superficie de contacto con el asfalto. Solo son obligatoriamente necesarios cuando la potencia que desarrolla es muy elevada y necesitan más agarre. A pesar de que estos neumáticos son ciertamente particulares, las marcas de coches están tratando de normalizarlos al máximo posible con montas más regulares, lo que permite rebajar los costes.
Los neumáticos de los coches eléctricos se desgastan más rápido
Aunque los factores medio ambientales y el estilo de conducción son cruciales, los neumáticos de un coche eléctrico sufren más que los de uno de combustión. En primer lugar, deben de soportar hasta un 30% más de peso del conjunto, especialmente por la batería. El segundo es la fuerza que generan los motores eléctricos, un elevado par motor que se canaliza directamente al asfalto, lo que hace patinar las ruedas y aumenta el desgaste. Y otro también muy importante es la alargada distancia de frenado, debido al mayor peso y a la mayor inercia.
Tres factores que suponen un mayor desgaste de los neumáticos en coches eléctricos, pero hay que sumar un extra, un cuarto factor. Y es que los neumáticos en los coches alimentados por batería también sufren un desgaste extra en las deceleraciones, especialmente cuando se suelta el pedal del acelerador y entra en funcionamiento la recuperación de energía, aumentando el desgaste. Y es que si en los coches de combustión el cambio se debe realizar entre los 5 y los 10 años desde la fabricación de las gomas, en los eléctricos debe realizarse a los 5 años.
A pesar de que los eléctricos monten neumáticos algo especiales a la vista, solo lo son en los compuestos de las gomas, que ofrecen una baja resistencia a la rodadura y son capaces de aumentar la autonomía. No existe ninguna normativa legal que obligue a los propietarios a comprar neumáticos especialmente fabricados para coches eléctricos, aunque es lo recomendable por el fabricante y cumplir con los objetivos de eficiencia. Lógicamente, deben ser de una medida homologada, cumpliendo con el índice de carga y de velocidad máxima.