Motor.es

Las homologaciones NEDC con trampas han costado 12.000 millones de euros a los españoles

Según los cálculos de Transport & Environment, las trampas que han hecho los distintos fabricantes al homologar los consumos y emisiones han costado a nuestros bolsillos 12.000 millones de euros desde el año 2000, a nivel europeo 149.600 millones de euros.

9 min. lectura

Publicado: 29/08/2018 21:30

España es uno de los cinco países europeos más afectados por esta estafa

En más de una ocasión nos hemos hecho eco de la manipulación en las homologaciones en ciclo NEDC que todo coche, todoterreno o vehículo industrial ligero tiene que pasar antes de poderse vender. De dicha prueba se sacaban las cifras de consumo y emisiones de CO2; una cifra va ligada a la otra por estequiometría química.

El consumidor, de buena fe, tomó esos datos a la hora de comprar un vehículo: consume tanto y emite tanto, luego tendrá un coste en combustible aproximado y habrá que pagar unos impuestos -ligados al CO2- concretos. Pero la diferencia entre esas cifras y las reales no ha hecho sino aumentar desde el año 2000.

La redución real en 17 años ha sido del 10 %, no del 31 % (lo que se ha bajado en ciclo NEDC)

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

¡Infórmate!

Por entonces, la desviación media entre el consumo real y el medido en laboratorio era del 9 %, algo aceptable, pero llegó a pasar del 40 %. Cuando las cifras de NEDC ya no se las creía nadie, hubo que introducir el ciclo WLTP, que es más realista, pero tampoco tiene toda la precisión posible porque sigue habiendo pruebas en laboratorio por eso de la uniformidad.

WLTP va a elevar los precios de muchos modelos -porque aproximará las cifras más a la realidad-, pero será una subida controlada, lo que huele mucho a cártel

Si durante los últimos 17 años completos los españoles hubiésemos comprado vehículos con una desviación constante de consumos del 9 %, eso significaría que los fabricantes habrían trabajado más en reducir los consumos y emisiones reales. De haber ocurrido eso, el ahorro habría sido de 12.000 millones de euros.

El estudio llevado a cabo por T & E concluye que los países europeos que más dinero han perdido en este tiempo han sido Alemania (36.000 M. de €), Reino Unido (24.100 M. de €), Francia (20.500 M. de €), Italia (16.400 M. de €) y España (12.000 M. de €). Existe una correlación directa entre el dinero palmado y las ventas anuales de esos países, los cinco en los que más se matricula en el viejo continente.

A nivel medioambiental, habría que considerar el impacto en 264 millones de toneladas de CO2 emitido de más -si se hubiesen hecho las cosas bien-, por no hablar de las emisiones contaminantes de más que están matando a miles de europeos cada año, muchísimos más que los accidentes de tráfico. Pero ese daño ya está hecho.

Todo apunta a que los fabricantes están inflando los valores que habrá que reducir en la próxima década, para que les salga más barato; nos costará en combustible y más gases emitidos

Para que el ciclo NEDC diese unas cifras tan bajas, se recurrió a trucos como sobreinflar neumáticos, poner baterías cargadas a tope, no poner el aire acondicionado, probar coches con poco equipamiento, aceleraciones tan lentas que desesperarían hasta a un beato y velocidades medias bajas. Pero llegó WLTP.

Se podría haber reducido más el consumo real de los vehículos, a cambio de un mayor gasto en i+D, los objetivos en el papel no eran imposibles de cumplir

El nuevo ciclo no va a solucionar esa estafa de golpe, ya que las trampas se están haciendo a la inversa: aumentar consumos y emisiones declarados. Se hace así porque a la hora de fijar los objetivos europeos para la década que viene hay que partir de cierto nivel, y ese nivel será inflado. Así, bajarlo no costará tanto esfuerzo, entiéndase tanto dinero.

La única forma de poner coto del todo a estas prácticas es con pruebas fuera de laboratorio (RDE), con condiciones que los coches no puedan detectar ni prever para dar un resultado u otro. Si no hubiese trampas, las emisiones bajarían más en el mundo real, ahorrando combustible, ahorrando dinero al personal, y provocando menos daños al medio ambiente. Así, sin paños calientes.

Las nuevas medidas introducidas por WLTP no son infalibles, algunas se pueden burlar por flexibilidad a la hora de interpretar el reglamento, aunque de forma menos exagerada que con el ciclo anterior, NEDC

El estudio de T & E no ha contemplado todo el dinero que se ha dejado de recaudar en impuestos al haber pasado tantos coches por debajo de los intervalos que les corresponderían. Ese dinero se ha quedado en los bolsillos de los conductores, pero no han ido a sanidad, educación, obra pública... Con mayores impuestos, los consumidores tienden a comprar coches más eficientes, precisamente para pagar menos impuestos.

Eso tampoco tiene arreglo. Las homologaciones WLTP no van a subir de forma descontrolada, es muy probable una confabulación entre fabricantes para que la subida sea homogénea a nivel industrial y que afecte a todos por igual: a mayores consumos/emisiones de CO2, más impuestos habrá que pagar. En otras palabras, "vamos a no hacernos daño, señores."

Huele muy fuerte a cártel y prácticas contrarias a la libre competencia, pero eso habrá que demostrarlo

Si toda esta información se pusiese en manos de una auditoría seria y se pusiesen multas astronómicas y fuese gente a la cárcel, las cosas serían muy diferentes. Lamentablemente todo país con fábricas en su territorio tendrá intereses para que eso no suceda. El ciclo NEDC ha sido una estafa milmillonaria, y WLTP suavizará sus efectos, pero no los eliminará por completo.

¿Y qué puede hacer el consumidor contra eso?

Lo primero, tomar los valores homologados siempre como una referencia y una forma de comparar, no como si fuesen reales. Esos datos se pueden obtener de bases de datos -como Spritmonitor- en las que los conductores introducen sus cifras de consumo reales, depósito tras depósito, y con elevadas poblaciones se consigue un elevado índice de confianza (IC) y poca dispersión respecto a valores reales.

También conviene informarse bien en la prensa del motor de cuál es el consumo de un modelo concreto -y cuantos más medios, mejor-, aunque eso también es una referencia. Más de una vez los periodistas hemos tocado coches "tuneados" y no todos contamos con bancos de potencia y métodos de laboratorio para detectar malas prácticas.

El Grupo PSA (Citroën, DS, Opel y Peugeot) se ha sometido a una auditoría externa para publicar los consumos reales de sus coches. Pueden consultarse en las páginas web oficiales. Deberíamos ser así de exigentes con todos los fabricantes, jugarían más limpio, o se cortarían un poco más.

Fuente: Transport & Environment

Pixel