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Porsche 718 Boxster y 718 Boxster S, perdiendo cilindros, que no encanto

Ya está aquí, el renovado Boxster se hace oficial con la típica nocturnidad de la marca alemana. El pequeño roadster estrena denominación: Porsche 718 Boxster, lo que conlleva diferentes cambios estéticos, pero sobre todo un motor de cuatro cilindros turbo.

Porsche 718 Boxster y 718 Boxster S, perdiendo cilindros, que no encanto

7 min. lectura

Publicado: 27/01/2016 00:55

Las voces ya lo pedían a gritos, y finalmente se ha hecho oficial. Los Porsche 718 Boxster y Porsche 718 Boxster S ya son oficiales, introduciéndonos en una nueva época para la marca alemana. La denominación 718 recuerda a la de los legendarios coches de carreras de cuatro cilindros de Porsche que tantos éxitos cosecharon, un cambio que supone una cosa, perdida de cilindros, que no de potencia.

La verdad es que estéticamente poco o nada quedaba por descubrir. A lo largo de los últimos meses hemos visto diversas fotos espía que nos adelantaban el diseño definitivo de esta nueva generación del Porsche Boxster. Habrá que acostumbrarse al cambio de denominación, pero no al estético, pues pocos cambios vemos con respecto a la generación anterior.

En el frontal se conserva más o menos el mismo diseño. Cambia ligeramente el parachoques y las tomas de aire, siendo los faros principales los que más atención atraen para sí, pues son los que muestran más cambios. Se insertan los cuatro haces diurnos ya habituales en la marca y se mejora la tecnología del conjunto, pasando a ser enteramente de LED.

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La trasera por su parte sí se muestra más cambiada. Al igual que el frontal, lo que más llama la atención son los faros. Cambian por completo su diseño, que no forma. Con un fondo negro en contraste con la luz de freno roja se mejora lo existente y además otorga ese punto extra de deportividad. Por último, y como verdadera novedad, es el pequeño alerón fijo que une ambos faros y que en él se inserta el nombre de Porsche. Todos estos cambios serán aplicados de manera muy semejante en su hermano gemelo de techo duro, el Porsche Cayman.

Si damos un salto al interior vemos que en este caso los diseñadores sí se han esforzado un poco más a la hora de lanzar una nueva generación. Vemos modificaciones en las salidas de aire y en la pantalla central, pero sobre todo lo que más llama nuestra atención es el volante. Extraído directamente del Porsche 918 Spyder, cuenta con un mando selector para los diferentes modos de conducción.

La pantalla que acabos de mencionar esconde un sistema de infoentretenimiento, PCM, completamente renovado. El mismo que ya usa el Porsche 911, que permite una mayor conectividad. En cuanto al resto de tecnología, podemos encontrarnos con asistentes a la conducción, cámaras de visión trasera, navegador vía satélite y una serie de mejoras dinámicas que se incluyen en diferentes packs.

Y es que si hay algo que cambia radicalmente en el Porsche 718 Boxster es en la mecánica. Lo que ha hecho la compañía alemana es reunir todos sus años de experiencia y hacerlos viables para un motor de alto rendimiento de cuatro cilindros turboalimentado. Por primera vez el Boxster abandona la respiración natural, justo 20 años después de ver la luz por primera vez.

Junto al 718 Boxster ha llegado el Boxster S. El primero de ellos hace gala de un bloque con dos litros de cilindrada capaz de generar 300 CV y 380 Nm de par motor. Para la unidad más deportiva, se presenta el mismo bloque de cuatro cilindros turbo, pero en esta ocasión la cilindrada aumenta hasta los 2,5 litros para así generar una potencia de 350 CV y 420 Nm de par motor. Lo dicho pérdida de cilindros, que no de potencia.

De hecho el Boxster ha salido ganando con el cambio. Es más potente, 35 CV más en ambos casos, pero sobre todo lo que se ha conseguido es un aumento considerable del par motor, 100 y 60 Nm respectivamente. Eso se lo debemos al turbo. Gracias a todas las ganancias el 718 Boxster acelera de 0 a 100 Km/h en 4,7 segundos (0,8 segundos menos), mientras que el 718 Boxster S lo hace en 4,2 segundos (0,6 segundos menos que su predecesor).

Por supuesto el cambio de motor ha ido acompañado de las consecuentes modificaciones dinámicas. Es decir, nuevo chasis, nueva dirección, nueva suspensión, nuevos frenos...Todo bajo la carrocería es nuevo, aunque sigue conservándose, gracias a dios, el cambio automático PDK de siete velocidades que ha sido reconfigurado para aprovechar hasta el último caballo de potencia del pequeño motor. Aunque hay que decir que éste seguirá formando parte del equipamiento opcional.

Si hay algo de lo que se enorgullece Porsche con este nuevo Boxster es con el ahorro de combustible. Es obligado dadas las últimas restricciones de emisiones, y por ello la nueva familia de acceso a la marca se muestra de media un 13% más eficiente con respecto a su sucesor, conformándose con una media de 6,9 y 7,3 litros a los 100 Kilómetros respectivamente.

En unos meses, el 30 de abril, los Porsche 718 Boxster y Porsche 718 Boxster S estarán disponibles en los concesionarios de todo el mundo. Los precios de venta en España arrancarán en los 56.938 euros para el menos potente, y 72.487 euros para la variante S. Antes de esa fecha lo podremos ver en directo y en persona en el Salón de Ginebra.

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