Una consultora compara la calidad de acabados del Model 3 con la de los años 70
Una consultoría de ingeniería especializada en el análisis de productos y vehículos ha señalado graves defectos de diseño y fabricación del nuevo Tesla Model 3, comparándolos con los fallos de calidad de los productos de la década de los setenta.
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Publicado: 03/02/2018 18:00
Tesla Model 3.
Una de las primeras unidades del Tesla Model 3 ha caído en manos de Munro & Associates, una compañía de ingeniería dedicada al análisis de vehículos, y el resultado no ha sido demasiado bueno. Según su CEO, Sandy Munro, el nuevo sedán económico de Tesla tiene defectos graves de fabricación, tan graves que los compara con la calidad de fabricación de los coches de la década de los setenta, llegando a hacer mención en un momento determinado que le recordaba a los Kia de la década de los noventa.
Los fallos van desde acabados pobremente ejecutados, como las franquicias de las puertas o el portón trasero, hasta elementos de revestimiento mal encajados y que han sido pegados con adhesivo. De la misma manera, señala graves fallos de diseño, como carecer de manetas en el interior de la puertas traseras, lo que podría provocar tener que salir por el maletero en una situación de emergencia o la extrema dificultad de abrir el capó delantero, para lo que se necesitaría incluso tener a mano una batería.
Munro & Associates es una compañía muy particular. Su negocio principal es analizar hasta la más mínima pieza de los productos terminados, los habituales procesos de ingeniería inversa que llevan a cabo los fabricantes pero realizado por encargo y sus informes son extremadamente detallados y concisos. Son capaces de desgranar hasta el último tornillo de un vehículo (no solo analizan coches) y determinar todos sus valores, incluído el precio. En este artículo de Jalopnik se retrata a la perfección el trabajo de esta consultora. En esta ocasión, el ejemplar del Model 3 va a recibir este tratamiento y el vídeo a continuación ha sido realizado por la publicación Autoline.
Los problemas de producción del Tesla Model 3 llevan acaparando portadas desde hace meses y no solo por la extrema lentitud de la cadena de montaje en su fase inicial, sino por los numerosos informes que aseguran que los procedimientos que se ejecutan en la misma no son los adecuados, llegando al extremo de que varias fuentes han asegurado que determinados pasos se están realizando a mano, incluso en el ensamblaje de las baterías.
De la misma manera, aunque en los primeros meses del modelo en calle aparecieron multitud de vídeos en la red de los orgullosos propietarios mostrando las bondades e interioridades más llamativas del modelo, así como varias reviews de publicaciones centradas en vehículos eléctricos, en cuanto comenzaron las primeras entregas a clientes reales (las primeras unidades estaban destinadas exclusivamente a empleados y a usuarios relacionados con la propia marca) empezaron a florecer testimonios de estos señalando desde problemas de acabados a materiales de inferior calidad a los anunciados. Como podemos ver en uno de los dos vídeos inferiores.
Para muchos analistas de la industria, estos problemas de juventud del producto no son ninguna sorpresa y ya habían sido adelantados por diversas fuentes durante el desarrollo mismo del modelo, que no siguió los parámetros habituales de la industria por el motivo de acelerar su paso a producción, siendo criticados fuertemente por ello en su momento. Y nos nos referimos a los supuestos analistas que arrojan siempre informes positivos de la compañía incluso en los momentos más críticos, y que luego resultan ser meros empleados de firmas de inversiones de Wall Street que precisamente comercian (a largo) con acciones de la compañía de Elon Musk, como Colin Rusch de Oppenheimer & Co.
Fuente: Autoline
