Ni Golf ni Tiguan llegarán a tiempo, Holanda y China provocan un terremoto en Volkswagen

Malos tiempos vuelven a correr en la industria europea del automóvil. Si hace unos días nos enterábamos de que la sombra de una nueva crisis de microchips planeaba sobre Europa, hoy ya podemos decir que ha llegado. BMW ya no es la única que tiene problemas, Volkswagen también y ya ha confirmado que parará la producción de dos estrellas.

Ni Golf ni Tiguan llegarán a tiempo, Holanda y China provocan un terremoto en Volkswagen
El Tiguan dejará de producirse durante casi una semana, la falta de microchips es la causa. - Volkswagen

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Publicado: 23/10/2025 09:00

Está claro que el ministro de Holanda que ha causado esta nueva gran crisis de los microchips no midió sus consecuencias. El caso de Nexperia está causando estragos en los principales fabricantes alemanes, y ya no es sólo BMW la que está observando cómo se desploma la ilusión por cumplir con los plazos de una nueva generación del iX3 que está llenando los libros de pedidos. Lo que parecía un imposible, se ha dado la vuelta y ahora se desvanece por completo.

Pero no son los bávaros los únicos que están teniendo problemas con la falta de abastecimiento de microchips de esta empresa, ahora de capital chino que, a su juicio, ha sido deshonrada al despedir a su director y nombrarse el propio ministro neerlandés como máximo responsable de una instalación que, ni siquiera es la que se encarga de producir los semiconductores. Los de Volkswagen ya han dado las primeras señales de alarma, que también asisten a una falta de componentes claves para completar la producción de dos modelos estrella en su oferta de productos.

Microchips
La crisis de los microchips entre Holanda y China se enquistan, los fabricantes temen lo peor

Las ventas del Golf y del Tiguan se tambalean

La dirección de la fábrica de Wolfsburgo ya ha anunciado un paro en la producción tanto del Golf como del Tiguan, por lo que este par de modelos no saldrán de las líneas de montaje a partir del próximo 24 de octubre, es decir, desde el próximo viernes, según apuntan fuentes de un conocido diario alemán. Un paro que no se alargará por mucho tiempo, hasta principios de la próxima semana; previsiblemente, hasta el próximo miércoles, pero con miles de unidades perdidas que llegarán con retraso a sus propietarios.

El portavoz de Volkswagen ha señalado a esta fuente que se trata de un cierre planificado y temporal, pero que no está relacionado con problemas en la disponibilidad de semiconductores. Sin embargo, este extremo no es el mismo que ha recibido el primero de los noticiarios germanos, en el que se sí confirma que la causa es una interrupción en la cadena de suministro, y que es la consecuencia directa de la guerra iniciada por un miembro del gobierno holandés al tomar el control de Nexperia, tensando las relaciones con China.

La empresa china Wingtech, propiedad de Nexperia, debería de haber devuelto los microchips a esta última empresa, pero no lo hizo en respuesta al desaire de la destitución del responsable de Nexperia, y con el beneplácito del gobierno chino. Fuentes del gigante de Wolfsburgo han explicado que «Nexperia no es un proveedor directo, pero sus microchips se encuentran en componentes suministrados a la marca por otros fabricantes», razón por la que ha estado monitorizando el conflicto desde el primer momento para tomar las medidas adecuadas, y este paro en la producción es la primera.

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VW depende de 11.000 millones y Holanda de que se disculpe ante China

Los siguientes movimientos, por ahora, se desconocen, pero está claro que esta parada tendrá importantes consecuencias; por ejemplo, en reducir las jornadas laborales. Volkswagen, que ya había vuelto a los tres turnos en Wolfsburgo, ya está manteniendo conversaciones para implementar jornadas laborales reducidas a decenas de miles de empleados.

Volkswagen sigue luchando contra viento y marea para salir de la profunda crisis en la que se halla desde hace algo más de un año, por lo que este importante contratiempo no le viene nada bien para sus intereses que, por si fueran pocos, se agravaron con los aranceles de Estados Unidos. Un recorte en la producción supondrán menores ventas y, por tanto menores ingresos para sufragar unas inversiones en tecnología valoradas en 11.000 millones de euros en 2026.

¿Cómo está la situación entre Holanda y China hoy?El causante de este importante lío se ha puesto en contacto con su homólogo chino, pero no ha conseguido que China vuelva a autorizar la exportación. La propia industria entiende que «es un problema político, por lo que se necesita una solución política», a la vez que tratan de mantener la calma y no entrar en pánico aunque éste está claramente ahí.

Wang Wentao, ministro de Comercio chino, ha señalado que «la situación tiene un grave impacto en la estabilidad de la industria y la cadena de suministro globales» y que los Países Bajos deben adherirse a los principios del mercado y del estado de derecho. Quizás no sería mala idea que el ministro Karremans visitase China para desbloquear esta situación cuanto antes, cosa que parece estar tratando de evitar a toda costa, aunque tampoco es bueno para el gigante asiático quedarse con un excedente de chips.

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