Stellantis ataca el problema del AdBlue con una medida especial para los afectados de Peugeot y Citroën
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La bomba de aceite de un motor es, en cierto modo, como el corazón de nuestro cuerpo, pues es la que se encarga de distribuir el lubricante a la presión adecuada y de manera uniforme.
Por ello, es un elemento esencial para el buen funcionamiento de un motor, que depende de la correcta lubricación del mismo para rendir al máximo y durante un periodo prolongado de tiempo.
A menor fricción, menor rozamiento, desgaste y exceso de temperatura, por lo que todos los componentes podrán trabajar de manera óptima y sufrirán las consecuencias del mismo de manera mucho más progresiva y controlada.
En esencia, la bomba de aceite se encarga de succionar el aceite del cárter para impulsarlo a través del filtro de aceite y los conductos en dirección a los cojinetes del cigüeñal y del árbol de levas.
Gracias a ello los rozamientos indeseados pueden evitarse, así como que piezas estructurales del motor se dañen o agarroten, provocando el tan temido gripaje.
Pero no sólo es importante contar con una distribución uniforme del aceite, sino también que esta sea a presión constante y adecuada. La llamada presión de trabajo que, en función del tipo de motor o el fabricante, oscilará entre los 2 y los 10 kg.
Cuanto mayor sea esta presión, mayor será la temperatura de trabajo, por lo que puede hacerse necesario un radiador de aceite en el sistema para controlarla. Si el aceite supera los 70 ºC, la mezcla pierde densidad, reduciéndose su efectividad. Lo mismo ocurre si la temperatura es escasa y el lubricante no es lo suficientemente fluido.
Por lo general, cinco son las partes que forman una bomba de aceite de coche:
Lo primero que necesitamos a la hora de detectar un fallo en la bomba es identificar el problema que tiene el coche y los motivos del mismo. Como es habitual en los vehículos modernos actuales, el primer indicativo es el testigo del cuadro de mandos, que si se enciende nos indica que algo no marcha adecuadamente.
Generalmente el principal problema viene dado por la falta de presión de aceite a consecuencia de la presencia de suciedad o partículas indeseadas en el circuito, el deterioro del filtro de aceite o una instalación deficiente.
Para determinar si la bomba tiene problemas de presión a consecuencia de fugas o entradas de aire en el circuito, exceso de lubricante, holguras por desgaste o mal ensamblaje, debemos tener en cuenta lo siguiente:
Para determinar si este último es el caso, comprobaremos si se dan las siguientes pautas:
La sustitución de este elemento no es precisamente barato, ya que requiere una buena cantidad de horas de mano de obra al tener que extraerse varias piezas del motor para acceder a la misma.
Aparte del coste mencionado en concepto de mano de obra, el precio de una bomba de aceite convencional nueva suele oscilar sobre los 120 euros. Otra opción es acudir a un desguace para comprar una usada, pues no es un elemento que suele estropearse y es relativamente sencillo encontrar una en buen estado. Eso sí, la junta y el retén deben ser nuevos.
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