Conductores chinos, contra los detectores de fatiga: ¡sus ojos rasgados confunden a la tecnología!
En China se está produciendo un caso realmente curioso que está afectando a muchos conductores locales. Una de las tecnologías más populares dentro de los ADAS, el detector de fatiga, le está jugando una mala pasada a muchos conductores chinos por sus rasgos faciales.

Los coches chinos ya no son lo que eran. Hace no muchos años, eran casi el "hazmerreír" aquí en Occidente, sobre todo porque muchas marcas hacían auténticas copias de modelos de este lado del mundo. Sin embargo, la historia ha cambiado, y mucho.
La apuesta por el coche eléctrico ha provocado que los fabricantes del gigante asiático se hayan convertido en auténtica referencia allí y aquí, con vehículos avanzados y a precios más asequibles. Y lo mismo sucede con el campo de las baterías, de la Inteligencia Artificial o del desarrollo de software.
Aun así, los coches chinos no son perfectos, ni mucho menos. Xiaomi, uno de los últimos fabricantes en unirse al competido mercado de los coches eléctricos en China, está triunfando con sus últimos modelos. Pero ni así se ha escapado de varias polémicas: la última tiene que ver con uno de sus asistentes de seguridad, un problema que también se ha trasladado a otras marcas.

El detector de fatiga se confunde con los rasgos chinos
El dueño de un Xiaomi SU7 ha sido el último en quejarse de un problemas que empieza a ser más común de lo que parece en China. Uno de los ADAS más populares, el detector de fatiga (obligatorio en Europa en los coches nuevos desde hace un par de años), se activa por error mientras el conductor, en este caso el joven Li, de Zhejiang, está al volante del vehículo.
Esta tecnología, también conocida como detector de cansancio o somnolencia, monitoriza la frecuencia de parpadeo de los ojos del conductor, entre otros parámetros, como la presión ejercida en el volante, los giros de cabeza mientras se conduce, las veces que se pisa la línea. Esto, claro, en las versiones más desarrolladas.
Pues bien, los particulares rasgos de los ojos en China están llevando a la confusión a esta tecnología. Debido a lo rasgado de sus ojos y a su tamaño más pequeño, los avisos del detector de fatiga no dejan de saltarle a este conductor por error: «Por favor, concéntrese en la conducción», repite y repite esta tecnología, que puede lanzar avisos por más de una veintena de veces en recorridos cortos.
Nuestro protagonista probó a hacer algo para cerciorarse de que el problema era el que sospechaba: «Abrí los ojos de par en par y no escuché la advertencia. Cuando los abrí de nuevo con normalidad, volví a escuchar el aviso. Al parecer, mis ojos son tan pequeños que el coche cree que estoy a punto de quedarme dormido», revela el conductor chino en un vídeo viral en China.

Un problema que puede ir a más
Ya os decimos que no ha sido el único caso. Otros conductores chinos han detectado problemas similares en otros modelos, como los de XPENG, hasta el punto de sentirse discriminados por esta tecnología y por su forma de actuar.
«Permítanme repetir que mis ojos son pequeños, pero no me estoy quedando dormido al volante. ¿No merecemos, las personas de ojos pequeños, disfrutar de las ayudas a la conducción?», dijo un bloguero chino, ChanYanCY.
¿Os imagináis las repercusiones que pueden tener estos problemas en el futuro de los coches autónomos? Si no se terminan de pulir estos detalles, muchos conductores van a tener verdaderos quebraderos de cabeza con sus coches nuevos. Y no es un tema baladí, ya que los chinos son muchos y los coches que allí se fabrican con esta tecnología también.