Conducción a vela: qué es y cómo se realiza
La conducción a vela es una forma de ahorrar combustible y emitir menos partículas contaminantes. Actualmente, son muchos los vehículos que cuentan con un sistema electrónico que se encarga de realizarla.
En una era en la que reducir el consumo y las emisiones es vital, tanto por conciencia social como por exigencia de las leyes anticontaminación propugnadas por los gobiernos y administraciones públicas, son muchos los métodos que las marcas ponen en práctica para conseguirlo. La conducción a vela es uno de esos métodos.
La conducción a vela consiste en mover el vehículo con la única ayuda de la inercia. Dicho de otro modo, se trata de desacoplar el motor de la transmisión para conducir al ralentí, de manera que no se reducen drásticamente el consumo de combustible y la emisión de gases y partículas contaminantes.
Cómo funciona
Hay que decir que el motor consume cero cuando circulamos en un vehículo sin acelerar. En ese momento, la inercia del mismo mueve las ruedas, pero el motor no necesita realizar esfuerzo alguno ya que sigue funcionando gracias a dicho movimiento.
Pero, como contrapartida, el freno motor hace que la velocidad disminuya. Este efecto es provocado por el rozamiento de las piezas que intervienen en el funcionamiento del motor, la transmisión y las ruedas que, inevitablemente, acaba generando una disminución progresiva de la velocidad que será más evidente cuanto menor sea la pendiente por la que circulamos.
Los sistemas de conducción a vela buscan evitar esto, de manera que aunque el motor consuma algo de combustible al funcionar al ralentí, pueda hacerlo durante más tiempo al evitar el freno motor, consiguiendo con ello una compensación que redunda en menor consumo y emisiones.
También existen otros sistemas que llegan a apagar el motor, con lo que no se produce consumo alguno. Para ello, se cuenta con un sistema eléctrico auxiliar que alimenta el resto de elementos (servofreno, dirección asistida, entre otros) de modo que dicha desconexión no resulta peligrosa.
Finalmente, el sistema Start & Stop puede considerarse otro tipo de sistema derivado de la conducción a vela, pues se encarga de apagar el motor cuando nos detenemos.
En todos los modos de conducción a vela, el sistema reinicia el motor o lo acopla a la transmisión automáticamente cuando el conductor acciona algún pedal, de modo que la potencia del mismo vuelve a estar disponible de inmediato.
¿Puedo conducir a vela manualmente?
Es posible realizar este tipo de conducción sin ningún tipo de asistencia electrónica, pero no es recomendable en ningún caso porque resulta peligroso.
Al conducir en punto muerto, perdemos control sobre sus reacciones y nos exponemos a una pérdida de la eficacia de frenada a consecuencia de la no intervención del freno motor, lo que puede generar una fatiga de los frenos e incluso el temido fading.
De igual modo, el motor funcionará al ralentí en todo momento y no realizará correctamente las funciones de refrigeración y combustión, generando a la larga averías.
Por tanto, no, conducir en punto muerto de manera manual no permite ahorrar combustible, nos pone en peligro y puede generar averías costosas. Sólo compensa a través de un sistema automatizado de conducción a vela incorporado en nuestro vehículo.