En Aston Martin reconocen que Newey le hace “la vida muy difícil” a los ingenieros
Adrian Newey lidera el diseño y desarrollo del Aston Martin AMR26 que permitirá al equipo británico iniciar el nuevo periodo reglamentario. Su prestigio y palmarés le avalan, pero también es conocido por querer maximizar hasta el último rincón del coche, complicando la vida a sus colegas.

La trayectoria profesional de Adrian Newey está llena de éxitos en forma de monoplazas dominadores y hasta 25 títulos mundiales de pilotos y constructores. Pero tampoco faltan los fracasos sonados, siendo el infame McLaren MP4-18 el más conocido de todos al no poder siquiera debutar en competición.
Este fue el mayor ejemplo de ambición desmedida de Adrian Newey, pero en líneas generales el diseñador británico siempre ha jugado al límite, buscando optimizar todo lo posible —o incluso un poco más— cada componente y espacio de un monoplaza.
«Casi que tienes que pedirle perdón por distraerle»
Newey, un arquitecto integral
Alguien que conoce a la perfección las dificultades de integrar una unidad de potencia en un monoplaza con elevadas exigencias aerodinámicas y mecánicas, Andy Cowell, ha hablado de la forma de trabajar de Adrian Newey.
El también ingeniero británico, en su momento líder del departamento de trenes motrices de Mercedes, admite estar impresionado por la atención al detalle de su colega, así como en la capacidad que tiene para dominar todos y cada uno de los aspectos que conforman un monoplaza de Fórmula 1.
«Adrian tiene un historial impresionante, pero su atención al detalle y su entusiasmo por ir siempre más allá son simplemente alucinantes», comienza explicando el ahora CEO y director del equipo. «Ha levantado a toda la organización, este es su efecto. Es una persona excepcionalmente centrada, con una sola cosa en mente… y siempre está haciendo diseños detallados en su mesa de dibujo de la oficina».

«Es increíble de ver. Su capacidad para ver la arquitectura general de un coche, equilibrando los sistemas que entran en juego, yo diría que es el mejor en la industria», añade Cowell. «Pero también, su enfoque de ingeniería de los principios básicos es muy agudo, hay un montón de ingenieros mecánicos estructurales con los que he podido hablar que dicen que su ingeniería de principios básicos es impresionante. La rigidez de un componente, siempre nos lo está recordando. Así que, sí, es un ingeniero excepcional».
En una era en la que la especialización tiende a imponerse, Adrian Newey es un hombre orquesta que domina todos los instrumentos, ya que durante su trayectoria ha trabajado en todas las áreas relacionadas con el diseño y la ingeniería.
«No es solamente un ingeniero aerodinámico o un especialista en dinámica de vehículos. Diseña el coche completo. Observa todos los aspectos, desde el flujo de aire —clave para el rendimiento— hasta la facilidad con la que se pueden hacer ajustes durante un fin de semana de carrera», prosigue Andy Cowell.
A eso, Newey le suma su insaciable necesidad de mejorar cada aspecto del coche. Algo que no solamente motiva a los ingenieros que trabajan con él, sino que los desafía permanentemente, señala Cowell.
«Está obsesionado con el detalle, pero también entiende cómo se gana un campeonato. Eso sí: a veces les hace la vida muy difícil a los ingenieros. La forma en que empaqueta el coche, lo apretado que deja todo dentro de la carrocería, es una locura. Pero siempre hay un propósito detrás», argumenta.
Un ingeniero nada amigo de la burocracia
En su calidad de CEO y director del equipo, Cowell desempeña ahora un rol más directivo que técnico. Sin embargo, tiene algo en común con Adrian Newey: la mentalidad del ingeniero que considera prioritario centrarse en el rendimiento.
«¿Cómo le das lo que necesita para construir el coche que es capaz de construir? Creo que ahí tengo ventaja: yo también empecé en ingeniería, desarrollando componentes. Y Adrian es 110 % un ingeniero. No le interesa ir a reuniones o hablar de cómo se organiza la empresa. Pasa el día mirando los detalles del coche de carreras», explica Cowell.
«Entras para ponerte al día con él y ves que está concentrado en un diseño detallado. Como muchos de nosotros, cuando estás concentrado en algo, parece que estás en trance. Y es impresionante ver cómo se concentra en los detalles. ¡Casi que tienes que pedirle perdón por distraerle!», concluye el ingeniero británico.
Tradicionalmente, Newey ha planteado retos de gran envergadura a los motoristas con los que ha trabajado en sus equipos, ya que siempre exige sistemas de refrigeración extremadamente pequeños para optimizar la aerodinámica. Por fortuna para Aston Martin, Honda ya lo conoce bien de sus años en Red Bull y las peticiones realizadas por Newey no le habrán sorprendido.
Fuente: Motorsport.comFotos: Aston Martin F1
