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Primer revés judicial al tiempo de precontratación de VTC en Barcelona

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña deja sin efecto las medidas más polémicas del reglamento del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) que iba a entrar en vigor el 15 de julio, aumentando las dificultades para las empresas de VTC.

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Publicado: 11/07/2019 21:00

Recapitulemos brevemente. Hace casi un año apareció el polémico "decreto Ábalos", el cual convertía el problema del taxi y los VTC en otros 17 problemas, al hacerlo a nivel autonómico y pasarles la patata caliente a los demás. A su vez, a nivel local se pueden establecer normas adicionales a las autonómicas si no entran en conflicto.

Cataluña fue la primera autonomía que aprovechó ese marco legislativo para poner sus condiciones. Una de las más polémicas fue la de poner un tiempo de contratación mínima de 15 minutos, es decir, que un usuario que pidiese un VTC, sea cual fuere el método, tendría que esperar un mínimo de 15 minutos para que llegase el chófer.

Pero Barcelona y aledaños quisieron ir más allá, y establecieron un reglamento para el área metropolitana (AMB) de la ciudad condal que elevaba el tiempo mínimo de espera a 60 minutos. Tenía que entrar en vigor el 15 de julio, pero el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha ordenado la suspensión cautelar de parte del reglamento.

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Luxury VTC, una empresa de VTC tradicionales, solicitó la suspensión parcial del reglamento por entender que iba en contra de sus intereses. Uber abandonó Cataluña cuando entró en vigor la reglamentación autonómica, y Cabify hizo lo mismo hasta que encontró una forma de torear el reglamento: contratos que se realizan por un año, prorrogables, en los que solo hay que esperar 15 minutos la primera vez.

El TSJC indica en su auto que quedan suspendidos los artículos 3, 4 y 11. A nivel práctico, la precontratación de 60 minutos queda sin efecto, también el registro electrónico local de qué servicios van a prestar los VTC y la obligación de contar con una licencia local para poder operar en la ciudad. Tampoco se pedirá el descanso forzoso a nivel de licencia (o autorización de transporte, que es más preciso).

Uber no opera en Barcelona, pero Cabify sí

Pueden recurrir la decisión del TSJC tanto los taxistas (Elite Taxi ya está en ello) como la autoridad de transporte de Barcelona. Mientras tanto, la reglamentación autonómica continúa como hasta ahora y sigue plenamente vigente. Dado que Cabify ya puso en marcha su argucia legal, no cambiará nada a efectos de espera.

Taxi en Barcelona

La decisión del TSJC se argumenta en que las medidas son discriminatorias, buscan beneficiar al sector del taxi (que es a su vez vox populi), y que puede darse un "régimen autorizatorio encubierto" que quede por encima de la reglamentación estatal o autonómica.

Para el sector de los VTC esta es una pequeña victoria en la guerra de facto con el sector del taxi, en el que los VTC quieren tener condiciones de operación similares a los tradicionales transportes de servicio público. De momento es una suspensión cautelar, pero más adelante puede haber un fallo en el mismo sentido y contra la reglamentación de la Generalitat de Catalunya.

Dicho fallo sería recibido de muy buen grado por los profesionales de los VTC, ya que sentaría un precedente jurídico en contra de la precontratación previa, y otros tribunales podrían verse influenciados por esa decisión y tomarla no como vinculante, pero sí como orientativa. Otras autonomías han implantado tiempos de contratación previa a los VTC.

Los taxistas no consiguieron doblegar al gobierno autonómico madrileño con sus protestas, al catalán sí

Desde luego un fallo contra la contratación previa iría en línea con lo que la sociedad demanda. En la Comunidad de Madrid, donde no hay precontratación (tras aguantar el gobierno regional varias jornadas de cierre patronal de los taxistas), hay tantas licencias VTC que faltan conductores para mover todos los coches.

Dependiendo del rendimiento del conductor, el salario que se puede sacar neto es de 1.000 a 1.400 euros, poco atractivo para gente joven, pero tentador para personas de más de 40 años que lleven tiempo sin poder trabajar de lo suyo (o de cualquier cosa). En Madrid es casi tan habitual ver los coches negros con la pegatina "VTC" que los taxis tradicionales.

Existe esa demanda, y los jueces no pueden ignorarla

Es posible que veamos movilizaciones de los taxistas de Barcelona y alrededores si el TSJC convierte en definitivas las retiradas de los artículos 3, 4 y 11 del reglamento local. Irónicamente, hoy mismo comienza a operar Cabify con taxistas en su aplicación, 100 en Madrid y 10 en Valencia, y serán los primeros de muchos.

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