Blue gasoline: qué es y qué motores pueden usarla
Las políticas gubernamentales y la necesidad de cuidar el planeta han planteado una intensa carrera por encontrar el modelo ideal de transporte, es decir, el que ofrezca la menor contaminación combinada con las mejores prestaciones. Los combustibles no son una excepción.
En una etapa de nuestra vida en la que la transición hacia la movilidad eléctrica es imparable para muchos y precipitada para otros tantos, la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías es vital para llegar a un buen modelo de transporte que combine las necesidades del planeta y de los hábitos de vida actuales.
El coche eléctrico es señalado por muchos como la solución, pero ni sus cualidades son aún suficientes, ni las infraestructuras están preparadas para una migración total hacia este tipo de movilidad.
Por eso, métodos como el coche de hidrógeno o los combustibles sintéticos suponen un campo de investigación alternativo que merece la pena desarrollar. En ese contexto, ha nacido recientemente la Blue Gasoline, un nuevo carburante que reduce las emisiones contaminantes.
Qué es Blue Gasoline
En esencia, Blue Gasoline es una gasolina que cuenta con un 33% de contenido procedente de biocombustible obtenido a partir de nafta (mezcla de hidrocarburo líquido inflamable. La nafta también puede ser petróleo crudo o productos refinados como el queroseno) procedente de biomasa o de etanol de origen sostenible.
Dicho de otro modo, si la gasolina que actualmente es servida en las estaciones de servicio es E5 o E10 (5 o 10% de etanol), la Blue Gasoline será un carburante de tipo E33. Eso sí, no llega al nivel del bioetanol o E85, que como su nomenclatura indica es etanol en su mayor parte.
Por qué es una buena noticia para el automóvil
Los beneficios de la llamada gasolina azul son varios en relación al carburante convencional, pues permite reducir hasta en un 20% la emisión de los gases contaminantes, cumpliendo con la Certificación ISCC y garantizando su viabilidad en el parque móvil actual.
Además, la Blue Gasoline, que ha sido desarrollada por Volkswagen, Shell y Bosch, ofrece los siguientes beneficios:
- Reducción del impacto ecológico.
- Uso generalizado sin necesidad de adaptación.
- Mayor resistencia ante almacenamiento prolongado.
- Punto de ebullición más alto.
- Reducción de impuestos asociados a su elaboración para el fabricante.
Qué motores pueden utilizar Blue Gasoline
Una de las grandes ventajas de este nuevo carburante es que cumple con la normativa EN 228/E10, lo que garantiza su uso sin inconvenientes en todo tipo de motores de gasolina, pues sus propiedades en ese sentido son las mismas que las de los combustibles E5 y E10 actuales.
Por tanto, la Blue Gasoline contamina menos, ofrece el mismo rendimiento en los motores y no implica un gasto adicional para el cliente. Uno más de los tan necesarios pasos intermedios que la automoción debe dar para aplacar las consecuencias de las normativas anticontaminación antes de embarcarse prematura y definitivamente en la movilidad eléctrica.
El Blue Diesel
La gasolina azul tiene ya su homónimo para los motores diésel y también ha sido desarrollado por Volkswagen en colaboración con Shell, además de con la Universidad de Coburgo, Tecosol y Neste. Mientras que el gasóleo convencional es denominado como B7 (7% de etanol), el Blue Diesel cuenta también con un 33% de biocombustible.
El gasóleo R33 se obtiene a partir de materiales de desecho y, al igual que la Blue Gasoline, reduce las emisiones de dióxido de carbono en un 20%, aunque no a través de una menor emisión del propio coche, sino de la compensación realizada durante la producción (absorción previa de CO2 atmosférico).
Del mismo modo que la gasolina azul, este gasóleo R33 puede venderse tal cual sin hacer ninguna adaptación en los motores, ya que cumple la normativa EN 590.