Motor.es

Radar de punto: qué es y por qué es tan rentable para la DGT

La Dirección General de Tráfico recurre a múltiples sistemas de vigilancia para controlar la circulación en las carreteras. Uno de los más populares es el radar de punto, que también es el más rentable de todos los utilizados.

Radar de punto: qué es y por qué es tan rentable para la DGT
Un radar de punto situado en el margen de una carretera secundaria. Imagen: DepositPhotos.com

6 min. lectura

Publicado: 18/01/2023 16:19

Actualizado: 18/01/2023 16:29

Probablemente, has oído o leído cosas sobre el radar de punto de la Dirección General de Tráfico (DGT) y quizá no tienes claro qué es exactamente y cómo funciona este radar.

Un radar de punto es un cinemómetro que controla la velocidad en un punto único. Por tanto, en realidad no es ningún tipo de radar nuevo que haga algo diferente a los que ya se utilizan desde hace años en las carreteras españolas.

Estos radares, a diferencia de los radares de tramo o los radares en cascada, detectan la velocidad del vehículo en un punto específico. Si el vehículo supera la velocidad permitida, el conductor recibirá una multa.

Calcula ahora el precio de tu seguro de coche

¡Infórmate!

Los radares de punto pueden ser fijos o móviles. Es decir, pueden estar colocados en un pórtico, un poste, un helicóptero o un vehículo. El único requisito para encuadrarse en esta categoría es que midan la velocidad en un único punto de la vía.

Qué tipos de radares hay

La Dirección General de Tráfico utiliza diferentes tipos de radares para controlar el tráfico y velocidad de los vehículos. Estos incluyen radares fijos, radares de tramo, radares móviles y velolaser, radar en cascada, helicóptero Pegasus, radar de semáforo y radar de cinturón.

En este artículo te contamos más sobre los radares que utiliza la DGT y la función que cumple cada uno de ellos.

Los radares de punto también pueden ser móviles, como este de trípode. Imagen: [object Object]

Pero, a grandes rasgos, encontramos los siguientes radares en las carreteras, autopistas y autovías españolas:

  • Radar de pórtico: se coloca en una estructura metálica colocada sobre la vía y hace uso de la tecnología Doppler de ondas electromagnéticas. Mide la velocidad de cada vehículo en un punto concreto.
  • Radar de poste: Es un radar muy similar al que se utiliza en los pórticos, pero se instala en un poste colocado en el lateral de la vía. También mide la velocidad en un único punto.
  • Radar de cabinas laterales: utilizan tecnología radar o láser y calculan la velocidad en un punto concreto de varios carriles a la vez. Se sitúan en cabinas colocadas en los márgenes de la vía.
  • Radar de tramo: este no es un radar de punto, ya que calcula la velocidad media comprendida entre dos puntos. Utiliza dos o más cámaras de visión artificial con horario sincronizado para ello. Además, cumple una función de recopilación de datos estadísticos.
  • Radar en cascada: es un radar que mide la velocidad en dos puntos consecutivos con el fin de evitar el típico comportamiento de frenazo para evitar el primer radar y luego acelerar de nuevo. Puedes saber más sobre él aquí.
  • Radar de trípode: este radar es móvil y es manipulado por un agente, que lo coloca en un punto variable de la vía. Mide la velocidad en un punto concreto y también se denomina Velolaser.
  • Radar de semáforo: Se utiliza en los entornos urbanos y controla los vehículos que se saltan el semáforo en rojo.
  • Radar Pegasus y drones: Son radares instalados en helicópteros y drones que sobrevuelan las carreteras y miden la velocidad de los vehículos en movimiento.

Estos son los tipos de radares que la Dirección General de Tráfico utiliza para controlar las infracciones que se producen en las vías de circulación. De todos ellos, los radares de punto son los más rentables por ser los más numerosos.

Aunque eso podría cambiar en un futuro, ya que la DGT lleva unos años priorizando la instalación de los radares de tramo, que considera más efectivos para disuadir a los conductores de superar los límites de velocidad en los tramos conflictivos.

Compártela en:

Pixel