Qué es el galvanizado y por qué es tan importante en los coches
Creado hace más de dos siglos, el proceso de galvanizado es esencial para incrementar la resistencia a la corrosión de determinadas piezas metálicas. Esto lo convierte en habitual en la industria automotriz.
El proceso de galvanizado es una técnica de recubrimiento que se utiliza para proteger el acero u otros metales de la corrosión.
La corrosión se produce al entrar en contacto el metal con el aire y la humedad. La reacción química o electroquímica producida hace que dicho metal tienda a volver a un estado mineral, perdiendo sus propiedades y debilitándose.
Para evitarlo, se utiliza el proceso de galvanizado, que consiste en aplicar una capa de zinc sobre la superficie del metal base mediante diferentes métodos, siendo el más común la inmersión en un baño de zinc fundido.
Cómo es el proceso de galvanizado
El proceso de galvanizado se puede dividir en varias etapas:
- Preparación de la superficie: antes de aplicar el recubrimiento de zinc, es importante limpiar la superficie del metal base para eliminar cualquier suciedad, óxido u otros contaminantes que puedan afectar la adherencia del zinc.
- Inmersión en el baño de zinc fundido: el metal se sumerge en un baño de zinc fundido a altas temperaturas (generalmente alrededor de 450°C). Durante este proceso, el zinc se adhiere a la superficie del metal base mediante un proceso de difusión.
- Retirada y enfriamiento: después de un tiempo determinado en el baño de zinc, el metal se retira y se deja enfriar. Durante el enfriamiento, el zinc solidifica y forma una capa protectora sobre la superficie del metal base.
El galvanizado proporciona una protección eficaz contra la corrosión, ya que el zinc actúa como una barrera física entre el metal base y el entorno corrosivo. Además, el zinc también puede ofrecer protección catódica, lo que significa que sacrificará preferentemente para proteger el metal base en caso de exposición a la corrosión.
Este proceso es comúnmente utilizado en la fabricación de estructuras metálicas, tuberías, vallas, y una variedad de productos de acero que necesitan resistir la corrosión en ambientes agresivos. Por tanto, también es muy utilizado en la industria del automóvil.
Ventajas del galvanizado
El proceso de galvanizado ofrece numerosas ventajas, según la Asociación Técnica Española de Galvanización (ATEG):
- Durabilidad excepcional: el recubrimiento de zinc puede durar hasta 100 años en entornos rurales y entre 10 a 20 años en ambientes marinos.
- Bajo coste de mantenimiento: los recubrimientos galvanizados no necesitan mantenimiento para conservar sus propiedades.
- Buena relación coste-beneficio: galvanizar es comparable en coste a pintar, pero el mantenimiento es prácticamente nulo.
- Versatilidad: se puede aplicar a una amplia gama de piezas, desde pequeños elementos hasta grandes estructuras.
- Fiabilidad: los procesos de galvanizado están bien regulados y controlados.
- Resistencia superior: el recubrimiento de zinc es resistente a golpes y abrasiones, además de reparar daños superficiales.
- Compatibilidad: se puede pintar sobre el galvanizado y combinar con otros materiales como hormigón, acero inoxidable y aluminio.
- Facilidad de manejo: se puede soldar o atornillar, lo que agiliza la construcción.
- Rapidez: las piezas galvanizadas están listas para su uso inmediato y pueden almacenarse sin deterioro.
¿Es lo mismo el galvanizado que el zincado?
Aunque en muchas ocasiones se afirma que el galvanizado y el zincado son lo mismo, lo cierto es que no es así.
Como ya te hemos explicado, el proceso de galvanizado implica sumergir las piezas de acero en zinc fundido a altas temperaturas, generalmente alrededor de 450 °C. Esta técnica puede realizarse en caliente, por inmersión o al fuego.
Durante el proceso, se forma una capa de zinc sobre el metal base, que puede variar en espesor según las especificaciones, desde 7 hasta 200 micras, dependiendo de la durabilidad requerida. La aleación metalúrgica entre el zinc y el acero crea una capa que posee una excelente adherencia y resistencia a golpes, abrasión y corrosión, lo que la hace especialmente adecuada para su uso en ambientes exteriores y en entornos corrosivos o húmedos.
Por otro lado, el proceso de zincado se lleva a cabo mediante electrodeposición, similar a otros procesos como el cromado o el cobreado. En este caso, la capa de zinc aplicada es más delgada, generalmente de 5 a 20 micras, y se rige por normativas específicas como UNE EN ISO 2081 ó UNE EN ISO 10152.
Esta técnica suele ser más adecuada para aplicaciones en interiores debido a la delgadez de la capa de zinc. Las piezas tratadas con zincado tienden a tener una textura más suave y uniforme, lo que puede aumentar su valor estético.
Sin embargo, aunque el proceso de pasivado puede incrementar la protección, la capa resultante no alcanzará el nivel de resistencia a la corrosión del galvanizado, a menos que se utilicen tratamientos especiales, que suelen ser más costosos.
Aplicación del galvanizado en los automóviles
El galvanizado tiene diversas aplicaciones en la industria automotriz, principalmente en la protección de componentes metálicos contra la corrosión. Algunas de las áreas donde se utiliza el galvanizado en vehículos incluyen:
- Chasis y estructuras: el galvanizado se aplica en el chasis y otras estructuras del vehículo para proporcionar una protección duradera contra la corrosión, especialmente en regiones con condiciones climáticas adversas donde la sal y la humedad pueden acelerar el proceso de oxidación.
- Carrocería: aunque en la mayoría de los casos se utiliza pintura como acabado final para la carrocería, el galvanizado puede aplicarse como una capa base para proteger las superficies metálicas de la corrosión antes de la aplicación de la pintura.
- Componentes internos y externos: piezas como los paneles de puertas, capós, maleteros y otras piezas metálicas tanto internas como externas pueden ser galvanizadas para prolongar su vida útil y reducir la necesidad de mantenimiento.
- Sistemas de escape: los sistemas de escape de acero inoxidable, que son comunes en muchos vehículos modernos, a menudo se fabrican con tubos galvanizados para mejorar su resistencia a la corrosión y garantizar un rendimiento duradero.
Por sus múltiples ventajas, el galvanizado se emplea en los vehículos principalmente para proteger los componentes metálicos contra la corrosión, lo que ayuda a prolongar la vida útil del vehículo y a mantener su aspecto estético.