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Cuando estamos conduciendo un vehículo por cualquier tipo de vía, hay dos tipos de velocidades que debemos tener en cuenta, aunque generalmente las llamemos a ambas «velocidad máxima».
Podemos entender por velocidad máxima dos ideas diferentes: una relacionada con la velocidad punta del vehículo en sí y la otra con la vía por la que circulamos.
También conocida como velocidad punta, se trata de la velocidad máxima que puede alcanzar el vehículo como máquina y a la que puede funcionar correctamente. Es un claro indicador del rendimiento de un vehículo: marca la velocidad a la que puede llegar y viene determinada por la potencia de su motor.
Sobrepasar esta velocidad máxima podría poner en riesgo tanto la seguridad del conductor y sus ocupantes como al propio motor, que podría sufrir una rotura inesperada. Piensa en una persona que sale a correr: si lo hace a su velocidad máxima durante tiempo prolongado, sufrirá un mayor desgaste y podría sufrir una lesión si no está lo suficientemente preparado.
Generalmente esta velocidad máxima se suele identificar en pruebas de rendimiento y poner a prueba en circuitos cerrados, ya que los límites de velocidad en carretera abierta lo impiden sin arriesgarnos a una severa multa.
El avance de la tecnología en el mundo del automóvil permite la producción de motores cada vez más eficientes pero también potentes, por lo que las velocidades máximas son muy altas en determinados casos.
No es difícil ver coches deportivos con velocidades máximas de 240 km/h o más, mientras que los superdeportivos superan los 300 km/h y los hiperdeportivos más extremos los 400 km/h.
El actual récord de velocidad máxima para un coche de producción lo tiene el Bugatti Chiron Super Sport 300+, con una velocidad máxima alcanzada de 490,48 km/h.
Existe un debate sobre si las marcas deberían limitar la velocidad máxima de los vehículos, aunque hay que recordar que hay países como Alemania con determinados tramos sin límites de velocidad máximos (Autobahn). No obstante, muchos fabricantes anuncian velocidades máximas autolimitadas en algunos de sus modelos más deportivos.
En ese sentido, ya existe tecnología que limita la velocidad máxima de los vehículos: el Asistente Inteligente de Velocidad, obligatorio en los coches nuevos desde el 2022, se basa en los datos GPS y del sistema de reconocimiento de señales para adaptar la velocidad del vehículo al límite de la vía.
Generalmente conocer la velocidad máxima de un vehículo no suele ser una característica vital y prioritaria a la hora de adquirir un vehículo. Es un buen indicador de su rendimiento, pero no debería ser determinante a la hora de decidirse por uno u otro vehículo.
El término de «velocidad máxima» es también ampliamente utilizado para hablar de los límites de velocidad en las carreteras. En España, es la Dirección General de Tráfico (DGT) la que impone estas velocidades máximas: superarlas puede suponer una multa económica y pérdida de puntos en el carné para el conductor, e incluso penas de cárcel si llegase a considerarse delito.
La determinación de las velocidades máximas se realiza en función de dos factores: el tipo de vehículo con el que circulemos y el tipo de vía por el que lo hagamos, si bien el conductor deberá también estar atento a las limitaciones de velocidad puntuales (por ejemplo en tramos de obras) para adaptar la velocidad a las condiciones de circulación y de la vía.
La DGT establece los siguientes límites de velocidad o velocidad máxima en función de si se circula por autovía/autopista, carreteras convencionales o vías urbanas, por un lado, y de si se trata de un turismo, motocicleta, autobús, camión, etc.
Ten en cuenta que estas son las velocidades máximas genéricas y que no significa que no nos encontremos con un límite distinto en determinados tramos de la carretera:
La anterior imagen muestra las multas en España por superar los diferentes límites de velocidad en las carreteras españolas. Los conductores que sobrepasen la velocidad máxima de la vía se arriesgan a una multa económica de entre 100 y 600 euros, así como a la pérdida de 2, 4 o 6 puntos en su carné de conducir.
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