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Qué son los biocombustibles y en qué se diferencian de los e-fuels

Seguro que has oído hablar de alternativas a los combustibles fósiles como los e-fuels o los biocombustibles. Cada uno se produce de una forma completamente distinta, pero ambos vienen a facilitar la transición energética y reducir las emisiones contaminantes.

Qué son los biocombustibles y en qué se diferencian de los e-fuels
Así se producen los biocombustibles.

7 min. lectura

Publicado: 20/02/2024 21:00

Actualizado: 20/02/2024 20:59

Los biocombustibles son aquellos combustibles renovables que se obtienen, de forma directa o indirecta, a partir de recursos naturales o de residuos orgánicos, bien sean de origen animal o de origen vegetal (biomasa).

La biomasa procede de materiales no fósiles y de origen biológico, como los desechos agrícolas y forestales, los cultivos energéticos… Los más comunes son la caña de azúcar, el maíz, el trigo, la soja, el aceite de palma, etc., aunque algunas plantas están siendo cultivadas específicamente para la producción de biocombustibles.

Estos son una fuente de energía renovable, ya que su generación se realiza a partir de residuos, y son una alternativa energética sostenible, ya que son capaces de neutralizar el CO2 que generan durante su combustión. Es decir, cuando se queman, liberan dióxido de carbono sin emisiones netas de carbono.

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Países como Estados Unidos, Brasil, Alemania, Francia o Suecia se encuentran entre los que más han apostado por el desarrollo y uso de los biocombustibles. Por ejemplo, en Brasil es muy común el uso de la caña de azúcar, mientras que en nuestro continente es más habitual emplear el trigo o la remolacha.

Los biocombustibles se suelen clasificar en cuatro grupos o generaciones distintas.

Tipos de biocombustibles

Existen diferentes formas de clasificar los biocombustibles. En función de cómo se presenten, pueden ser sólidos (biomasa sólida), líquidos (como el biodiésel o los bioalcoholes) o gaseosos (biogás).

Normalmente, los biocombustibles pasan a clasificarse en cuatro grupos o generaciones:

  • Biocombustibles de primera generación: los obtenidos a partir de cultivos agrícolas, como los aceites vegetales, grasas animales… como fuentes. El bioetanol o el biodiésel entran en este grupo, produciéndose por medio de tecnología convencional y con una limitación que podría, en este caso, amenazar al suministro de alimentos y la biodiversidad.
  • Biocombustibles de segunda generación: proceden de residuos no destinados a la alimentación, pero sí de residuos de procedencia agroalimentaria y forestal: aceites de cocina usados, fracciones orgánicas de residuos urbanos… El biogás o biometano entran en este grupo, si bien su producción es más complicada que la anterior.
  • Biocombustibles de tercera generación: producidos a partir de algas y plantas acuáticas, conllevando la fermentación del carbohidrato del propio alga. Tanto estos como los de segunda generación se conocen también como biocombustibles avanzados.
  • Biocombustibles de cuarta generación: todavía en desarrollo, persigue la modificación genética de microorganismos y mejora la captación y almacenamiento del dióxido de carbono.

Ventajas y desventajas de los biocombustibles

El objetivo detrás de los biocombustibles no es otro que reemplazar a los combustibles fósiles tradicionales por otros producidos a partir de material vegetal o materias primas renovables.

Sus ventajas son muchas: por ejemplo, sus aplicaciones energéticas son equivalentes a las de los combustibles fósiles, por lo que se pueden utilizar para el transporte, pero también para la generación de electricidad, en ámbitos domésticos o industriales.

Como decíamos, son una fuente de energía renovable, con una materia prima inagotable. Contaminan mucho menos, son capaces de sintetizar el dióxido de carbono que generan y son fuentes energéticas eficientes, seguras y confiables.

Los combustibles renovables, explicados en este vídeo.

Sin embargo, también presentan algunas desventajas y retos que todavía deben superar. El más importante está el que tiene que ver con su producción, ya que todavía generan emisiones, aunque en cantidades más reducidas

El proceso de cultivo, el uso de pesticidas y fertilizantes, el procesamiento de las plantas, la electricidad para el regadío, su distribución… consume mucha energía y presenta sus propios debates. ¿Alimentos o combustibles?

Además, todavía existe un mayor desconocimiento acerca de estos combustibles, de ahí que todavía su producción no se haya estandarizado y su uso no esté tan extendido. Su uso generalizado en el futuro facilitará el abaratamiento de los costes, pero de momento no es capaz de competir en precios y producción a escala con los combustibles convencionales.

Biocombustibles VS e-fuels

Se engloban muchas veces bajo el mismo paraguas para hablar de las alternativas a los combustibles fósiles, pero no tienen nada que ver. Mientras que, como hemos visto, los biocombustibles se producen a partir de recursos naturales y residuos orgánicos, la producción de combustibles sintéticos (e-fuels), en estado líquido, usa electricidad procedente de fuentes renovables en un proceso químico en el que interviene el hidrógeno.

Los proyectos de e-fuels van, eso sí, mucho más avanzados que los biocombustibles y son una alternativa también real y sostenible para sustituir a los combustibles fósiles tradicionales.

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