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Un coche descapotable ofrece la libertad de conducir al aire libre con solo pulsar un botón. Exploraremos su diseño, ventajas y cómo combina estilo y diversión, proporcionando una experiencia de conducción única y emocionante.
En función del tipo de descapotable, el conductor podrá, a su antojo, plegar, guardar en el maletero o incluso quitar el techo, conocido también como capota. Además, esta puede estar fabricada de diferentes materiales, siendo los más habituales las capotas de vinilo o tela, así como otros rígidos hechos de metal o retráctiles.
Los coches descapotables se remontan a mucho antes de lo que puedas imaginar; de hecho, el vehículo como tal en sus orígenes se consideraba convertible, y no fue hasta 1910 cuando Cadillac introdujo el primer vehículo de diseño cerrado. Al principio mandaban los descapotables, ya que su construcción era más sencilla y más barata.
Fue cuando se empezó a valorar más el tema de la seguridad en caso de vuelco, en los años 70 del, cuando se empezaron a fabricar con menos frecuencia, sobre todo en Estados Unidos. A día de hoy, prácticamente todos los fabricantes de coches ofrecen en su gama algún modelo descapotable, sea cual sea la configuración.
Los vehículos descapotables tienen asociado un carácter muy especial para el que lo conduce, gracias a que aportan una sensación de libertad única al conducir al aire libre.
Por norma general, los descapotables suelen tener solo dos puertas, debido a que necesitan tener una estructura especial, sobre todo en la parte inferior de la carrocería, para asegurar su estabilidad incluso cuando van con el techo abierto.
La característica principal que los diferencia es, sin duda, su techo, los cuales podemos dividirlos en función del material en el que han sido fabricados:
La mayoría de coches descapotables son de cuatro plazas, en los cuales los ocupantes de las plazas traseras suelen estar más expuestos al viento. Es habitual ver configuraciones 2+2, como el Porsche 911 Cabrio, en el que las plazas traseras son más pequeñas, algunas de ellas incluso testimoniales.
Debido a que el techo necesita espacio cuando se guarda, este suele ocupar parte del maletero o el espacio que ocupan las plazas traseras, de ahí que estas tengan un espacio más reducido o incluso se supriman… De ahí también que el segmento de los descapotables sea en el que más veamos vehículos biplaza (llamamos roadster a los descapotables con solo los asientos delanteros).
El Peugeot 401 Eclipse fue el primer descapotable convertible como tal, con un techo rígido retráctil que se accionaba mendiante un mando eléctirco.
Resulta muy complicado realizar una clasificación completa de todas las opciones y denominaciones existentes para los diferentes tipos de coches descapotables. Existe un amplio abanico de opciones, con variedades nuevas que van saliendo según avanza la tecnología.
Por lo general, cuando hablamos de coches descapotables, se suelen recurrir a unas denominaciones más concretas, cada una con sus ventajas y desventajas, pero que le aportan una identidad única y diferente a cada uno.
Suele ser una denominación muy empleada, muchas veces de forma indiscriminada, para referirse a cualquier tipo de descapotable. Pero por lo general son coches con cuatro o cinco plazas, con techo de lona, tela o vinilo que se pliega de forma eléctrica y que queda escondido entre las plazas traseras y el maletero. Audi A5 Cabrio o BMW Serie 4 Cabrio son algunos ejemplos.
Se pusieron de moda especialmente a finales de los años 90, pero han ido desapareciendo progresivamente. Montaban un techo rígido que se plegaba de forma mecánica y que requería demasiado espacio. Coches como el Peugeot 308 CC o VW EOS tenían un diseño muy particular en la zaga, con un tercer volumen muy prominente.
Con esta denominación tan genérica solemos referirnos a aquellos con techo de lona retráctil, capaz de plegarse por sí sola, ocupando incluso la parte de la luneta trasera. En actualidad, son ejemplos de ello el Fiat 500C o el Smart descapotable, aunque en estos casos el techo es fijo.
Convertible es un término que usa ya muy poco, pero fueron los descapotables pioneros. Eran coches con un techo practicable que no tenía por qué quedar oculto; podían tener capota rígida o no, e incluso podían desmontarse completamente. Convertibles como el Ford Mustang o el Chevrolet Camaro tenían a este propósito una configuración especial de chasis.
No hay dudas en la denominación para este tipo de descapotables. En los años 50 se denominaba así a los pequeños descapotables británicos, como el Lotus Seven, modelos de hasta tres plazas, con una capota rudimentaria… pero que se han transformado en la actualidad a aquellos descapotables biplazas. Aquí, el máximo exponente es, sin duda, el Mazda MX-5, el roadster más vendido de la historia.
Aquí hablamos más de 'semi descapotables', ya que la parte que se recoge del techo (manualmente) es únicamente la que va desde el parabrisas el 'roll bar' instalado detrás de las plazas. El Porsche 911 Targa, en los años 60, puso de moda este término.
De nuevo, más populares en el continente norteamericano, hace ya medio siglo, y en Japón. Son configuraciones muy similares a los targa, al contar con una arista central que une el parabrisas el arco ubicado en la parte trasera. Tienen una mayor rigidez estructural, ya que tienen dos 'semi techos' independientes. No hay ningún modelo actualmente con esta configuración, aunque en su día ya vimos el Corvette C3 o el Nissan 300ZX.
Si piensas en los típicos coches de tipo limusina usados por los políticos o figuras públicas con la parte trasera descapotable, ahí tienes esta configuración llamada Landaulet. Mercedes-Benz y Maybach los han vuelto a poner de moda recientemente, con el G 650 Landaulet, aunque también tenemos como ejemplo el Lexus LS 600h L Landaulet.
Término italiano que se usaba en el siglo XIX para referirse a los carruajes tirados por caballos. En la actualidad, es más usado por fabricantes italianos, aunque lo hemos visto también en Audi, McLaren o Porsche (Spyder), para sus descapotables deportivos y ligeros, como el Ferrari Portofino.
Carrocería claramente enfocadas a la deportividad y a los vehículos de competición, en los que prima la reducción de peso al mínimo y el conductor va totalmente expuesto. Un ejemplo claro es el KTM X-Bow.
Haciendo una traducción directa, hablamos de vehículos con techo rígido desmontable, más populares en los Estados Unidos. Aquí el techo es una pesada pieza que puede montarse y desmontarse. Por ejemplo, se puede quitar en verano, con el tiempo favorable, e instalarlo con el invierno. El Mercedes SL Pagoda es un claro ejemplo.
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